martes, 7 de julio de 2009

LA INDEPENDENCIA

9 DE JULIO 1816-2009

ANIVERSARIO DE LA INDEPENDENCIA ARGENTINA





ESTATUTO PROVISIONAL DE 1815
EL GOBIERNO CENTRAL CONVOCA AL CONGRESO


En 1815, durante el Directorio de Ignacio Alvarez Thomas, el Cabildo de Buenos Aires designó una Junta de Observación, que debía dictar un estatuto para delimitar el funcionamiento del gobierno y convocar a un Congreso General.

El Estatuto Provisional para la Dirección y Administración del Estado de 1815 fue sancionado el 6 de mayo de ese año. Establecía que la Junta de Observación ejercería el Poder Legislativo y tendría poder de control sobre el Ejecutivo, ejercido por un director que duraría un año. De la Justicia se encargaban los jueces y las Comisiones Especiales de Apelación.

Pero además, el Estatuto Provisional mandaba al Director del Estado a invitar a todos los ciudadanos y villas de las provincias interiores a elegir diputados para la formación de un Congreso General en la ciudad de Tucumán. Se debía elegir un diputado cada 15.000 habitantes a través de una Junta Electoral, sistema que podían adaptar las provincias ante las dificultades para establecer un censo.

Como un gesto de oposición al centralismo de Buenos Aires, las provincias rechazaron el Estatuto Provisional, pero igualmente mandaron diputados al Congreso de Tucumán. No concurrieron Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe y la Provincia Oriental.


SE REUNE EL CONGRESO



El Congreso Nacional se reunió en la ciudad de Tucumán porque se entendía que esa ubicación garantizaba a las provincias que Buenos Aires no presionaría a los diputados.

Se reunieron representantes de Jujuy, Salta, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Mendoza, San Juan, San Luis, Buenos Aires, Córdoba, Charcas, Cochabamba, Tupiza y Mizque. La mayoría eran sacerdotes y abogados.

Córdoba (que incluyó en su representación a La Rioja) y Salta, entre otras, tardaron en enviar sus diputados. Las provincias altoperuanas de Chichas y Mizque estuvieron representadas por emigrados, dado que la región estaba en poder de los españoles. Paraguay no mandó representantes porque ya se había declarado independiente.

Se acordó la apertura del Congreso cuando estuvieran presentes los dos tercios de los diputados. Se declaró abierto el 24 de marzo de 1816 bajo la presidencia del doctor Pedro Medrano. El primer problema que se planteó fue reemplazar al Director renunciante, Ignacio Alvarez Thomas. En la sesión del 3 de mayo de 1816 fue elegido para el cargo de Director Supremo el diputado por San Luis, coronel mayor Juan Martín de Pueyrredón.


El 9 de julio de 1816, el Congreso de Tucumán resolvió tratar la Declaración de la Independencia. Presidía la sesión el diputado por San Juan, Juan Francisco Narciso de Laprida.


ACTA DE LA INDEPENDENCIA DE LAS PROVINCIAS UNIDAS EN SUD-AMERICA



"En la benemérita y muy digna Ciudad de San Miguel del Tucumán a nueve días del mes de julio de mil ochocientos dieciséis: terminada la sesión ordinaria, el Congreso de las Provincias Unidas continuó sus anteriores discusiones sobre el grande, augusto y sagrado, objeto de la independencia de los Pueblos que lo forman. Era universal, constante y decidido el clamor del territorio entero por su emancipación solemne del poder despótico de los reyes de España; los Representantes sin embargo consagraron a tan arduo asunto toda la profundidad de sus talentos, la rectitud de sus intenciones e interés que demanda la sanción de la suerte suya, Pueblos representados y posteridad; a su término fueron preguntados:
¿Si querían que las Provincias de la Unión fuesen una Nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli?
Aclamaron primero llenos del santo ardor de la justicia, y uno a uno reiteraron sucesivamente su unánime y espontáneo decidido voto por la independencia del País, fijando en su virtud la determinación siguiente:

Nos los Representantes de las Provincias Unidas en Sud América reunidos en Congreso General, invocando al Eterno que preside al universo, en el nombre y por la autoridad de los Pueblos que representamos, protestando al Cielo, a las naciones y hombres todos del globo la justicia que regla nuestros votos: declaramos solemnemente a la faz de la tierra, que es voluntad unámime e indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que las ligaban a los Reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojadas, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli. Quedan en consecuencia de hecho y derecho con amplio y pleno poder para darse las formas que exija la justicia, e impere el cúmulo de sus actuales circunstancias. Todas y cada una de ellas así lo publican, declaran y ratifican, comprometiéndose por nuestro medio al cumplimiento y sostén de esta su voluntad, bajo del seguro y garantía de sus vidas, haberes y fama.

Comuníquese a quienes corresponda para su publicación y en obsequio del respeto que se debe a las naciones, detállense en un Manifiesto los gravísimos fundamentos impulsivos de esta solemne declaración.

Dada en la Sala de Sesiones, firmada de nuestra mano, sellada con el sello del Congreso y refrendada por nuestros Diputados Secretarios.
Francisco Narciso de Laprida, Diputado por San Juan, Presidente
Mariano Boedo, Vice Presidente, Diputado por Salta
Dr. Antonio Sáenz, Diputado por Buenos Aires
Dr. José Darragueira, Diputado por Buenos Aires
Fray Cayetano José Rodríguez, Diputado por Buenos Aires
Dr. Pedro Medrano, Diputado por Buenos Aires
Dr. Manuel Antonio Acevedo, Diputado por Catamarca
Dr. José Ignacio de Gorriti, Diputado por Salta
Dr. José Andrés Pacheco de Melo, Diputado por Chibchas
Dr. Teodoro Sánchez de Bustamante, Diputado por la Ciudad de Jujuy y su territorio
Eduardo Pérez Bulnes, Diputado por Córdoba
Tomás Godoy Cruz, Diputado por Mendoza
Dr. Pedro Miguel Aráoz, Diputado por la Capital del Tucumán
Dr. Esteban Agustín Gazcón, Diputado por la Provincia de Buenos Aires
Pedro Francisco de Uriarte, Diputado por Santiago del Estero
Pedro León Gallo, Diputado de Santiago del Estero
Pedro Ignacio Rivera, Diputado de Mizque
Dr. Mariano S nchez de Loria, Diputado por Charcas
Dr. José Severo Malabia, Diputado por Charcas
Dr. Pedro Ignacio de Castro Barros, Diputado por La Rioja
Licenciado Gerónimo Salguero de Cabrera y Cabrera, Diputado por Córdoba
Dr. José Colombres, Diputado por Catamarca
Dr. José Ignacio Thames, Diputado por Tucumán
Fray Justo de Santa María de Oro, Diputado por San Juan
José Antonio Cabrera, Diputado por Córdoba
Dr. Juan Agustín Maza, Diputado por Mendoza
Tomás Manuel de Anchorena, Diputado de Buenos Aires
José Mariano Serrano, Diputado por Charcas, Secretario
Juan José Paso, Diputado por Buenos Aires, Secretario.


JURAMENTO

El 19 del mismo mes, julio, se acordó la fórmula del juramento que debían prestar los diputados, y todas las corporaciones; y el 21 reunidos en la sala de sesiones, habiendo concurrido a la barra el gobernador de la provincia, general en jefe del ejército, mayor general, cuerpo municipal, clero secular, comunidades religiosas y demás corporaciones de esta capital con un crecido número de ciudadanos de todas clases del estado, en cuyos semblantes estaba estampada la imagen de la más pura y dulce alegría por lo augusto e importante del acto que iba a solemnizarse, se verificó con toda la gravedad, decoro y circunspección, que a su naturaleza corresponde el juramento cívico de la independencia del país en los términos siguientes.

¿Juráis por Dios Nuestro Señor y esta señal de cruz, promover y defender la libertad de las Provincias Unidas en Sud América y su independencia del rey de España Fernando VII, sus sucesores y metrópoli y toda otra dominación extranjera?
¿Juráis a Dios Nuestro Señor y prometéis a la patria el sostén de estos derechos hasta con la vida, haberes y fama?
Si así lo hiciéreis Dios os ayude, y si no, Él y la patria os hagan cargo.

El mismo día, en sesión secreta, el diputado Medrano pidió que de pasarse al Ejército el Acta de la Independencia y la fórmula del juramento, se agregase "y de toda otra dominación extranjera" -expresión que no figuraba en el texto aprobado originalmente en la sesión pública-


CAMINO AL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA

1816-2016




sábado, 4 de julio de 2009

Francisco Hermógenes Ramos Mejía


y los INDIOS DE MIRAFLORES




En 1811 Francisco Hermógenes Ramos Mexía, hijo de un comerciante porteño, sin ser rico, su padre Gregorio Pedro Joseph de Santa Gertrudis Ramos Mexía, formaba parte de la elite española que manejaba asuntos de gobierno bajo el Virreinato.

Cruzó el río Salado-límite en ese entonces del mundo civilizado- y portando una Biblia como única arma se internó en territorio de los indios, protagonizando una experiencia inédita en lo que hace a la relación del hombre blanco con los aborígenes


Nacido en Buenos Aires el 11 de diciembre de 1773, Francisco Hermógenes Ramos Mejía,
termina sus estudios en filosofía, y deja pendientes los de teología en la universidad de Chuquisaca, y se casa en La Paz, el 5 de mayo de 1804, con María Antonia Segurola, de 15 años de edad. El matrimonio hizo que la situación patrimonial de Francisco cambiara radicalmente.

Parece haberse sentido muy poco inclinado a la vida mundana y preferir, en cambio, la vasta soledad del desierto. Con ese propósito, al regresar junto a su cónyuge del Alto Perú, luego de realizar varios años de estudios, compran la Chacra "Los Tapiales" a Martín José de Altolaguirre, que constaba, aproximadamente, de 7.000 hectáreas.

Fue allí que estableció contacto literario con Manuel Lacunza, un jesuita chileno autor, bajo el seudónimo de Josefat Ben Ezra, de un tratado sobre religión publicado bajo el título "La venida del Mesías en Gloria y Santidad".
Según han establecido sus biógrafos, la particular interpretación del cristianismo hecha por el religioso, impresionó de tal manera a Ramos Mejía, que no tardó en experimentar la imperiosa necesidad de llevarlo a la práctica.



Nació así la idea de internarse en tierras dominadas por los pampas para intentar una acción evangelizadora.
Fundó, entonces, en Diez Lomas, o Kaquel Huincul, la estancia "Miraflores"-ubicada hoy a metros de la Ruta Nacional Nº 2, situada en el viejo Partido de Monsalvo (actualmente Partido de Maipú). Lo acompañaban su mujer, María Antonia Segurola, y su hijo Matías. Tenía 38 años.

Pero ganarse la confianza de los indios no fue tan simple y a su primera actitud- pagar las tierras que ocupó-(un acto de reconocimiento de la propiedad original a sus antiguos pobladores), debió agregar una alta dosis de paciencia, hasta que convencidos de la honestidad de sus intenciones, los propios pampas se encargaron de difundir su fama hasta más allá de la cordillera.

A partír de ese momento la estancia "Miraflores" se convirtió en refugio obligado de un considerable número de naturales y gauchos- criollos alzados, huidos de la autoridad- que todos los sábados por la tarde se congregaban para escuchar sus sermones.
Y no sólo palabras ofrecía Francisco Ramos Mejía. Comida, techo y un trato sorpresivamente humano estaban a disposición de indios y perseguidos. Claro que, también, tenía sus exigencias y había impuesto una forma de vida que no resultaba nada fácil de observar:

-Nadie dentro de los límites de "Miraflores" podía beber, jugar, vivir en concubinato, ni mantener relaciones con más de una mujer".

Lo cierto es que si para sorpresa de muchos la estancia prosperaba sin pausa, resultaba más asombrosa, todavía, la armonía que reinaba en la comunidad.

Pero la experiencia debió disgustar a algunos porque mientras Francisco de Paula Castañeda, sacerdote que había adquirido enorme prestigio como periodista, lo criticaba en sus artículos, Bernardino Rivadavia, ministro del gobernador Martín Rodriguez, lo intimó a que "se abstenga de promover prácticas contrarias a las de la religión del País, y cese de producir escándalos contrarios al buen orden público, al de su casa y familia, y a su reputación personal".

Se dio como resultado de un informe de José Valentín Gómez, un influyente clérigo.
El informe decía que Ramos Mejía no estaba sólo guardando el sábado, sino que había persuadido a otros, incluyendo a los trabajadores de sus campos y a los indígenas que habían buscado su protección, a hacer lo mismo. El hecho de que fuera un laico y se atreviera a entrometerse en asuntos doctrinales desde la perspectiva bíblica, constituyeron argumentos suficientes para que fuera considerado hereje.

Su afinidad con los indios era considerada sospechosa. El Pacto de Miraflores, las "Pautas de convivencia pacífica entre blancos e indios" que Ramos Mejía presentó al gobernador Martín Rodríguez y fueron reconocidas en el Tratado de Miraflores, acordado con 16 caciques, firmado el 12 de Abril de 1820. El mismo constaba de 10 puntos, que eran significativos para la convivencia, era base firme y estable de fraternidad y seguridad recíproca.

Fue violado por el Gobierno y Francisco Ramos Mejía protestó :

“Si los Indios aspiran de hecho y de derecho a la Paz, los Christianos fomentan de hecho y de derecho la guerra. ¿No nos desengañaremos jamás de que ni el sable ni el cañón en nuestras circunstancias, ni las buenas palabras con tan malditas obras, es posible que constituyan ahora la paz entre los hermanos? ¿Será posible darle la salud a la Patria por medio de los prisioneros de la muerte?”.

Su obra no servía a los gobernantes de Buenos Aires, deseosos de obtener territorios a como diera lugar. Más tarde, un malón asoló el norte de la provincia. El gobernador Martín Rodríguez salió en su persecución y con el ejército semisublevado y despechado, regresó y pasó por Miraflores. Culpó a Ramos Mejía de ser el informante de los indios levantados; agregó la acusación de odio contra la Religión. Ordenó un requisamiento y lo detuvo;
Francisco pidió a sus indios que no se resistieran y a Martín Rodríguez, que los dejara en paz.

Un día antes de ser trasladado por la fuerza de su estancia en Maipú, fue separado de un centenar de indios fieles que vivían con él en las inmediaciones de Miraflores.
María Antonia y los niños eran encerrados en una carreta y llevados a Buenos Aires. Francisco Ramos Mejía fue esposado a lomo de caballo.
En el camino de salida de la estancia fue viendo la desolación; entre 80 y 100 indios, incluidos mujeres y niños, habían sido degollados. No se habían resistido. En Buenos Aires fue juzgado y se le dio la estancia de Los Tapiales por cárcel.

Un golpe devastador para Ramos Mejía, que cayó en una depresión irreversible.
Allí vivió sus años finales. Todos sus libros y sus manuscritos fueron quemados.
Muere en 1825 a los 52 años.

El misterio ronda el destino final de sus restos, cuentan que los familiares pidieron autorización a las autoridades para que se permitiera la sepultura en la propia estancia de Los Tapiales y les habría sido denegado. Habiendo transcurridos dos días de velatorio los indios pampas se lo llevaron una noche, probablemente para que descansen en un lugar sagrado para ellos.
El destino final de sus restos, sus descendientes nunca lo conocieron.

Con su muerte, acaecida en 1825 , se dio fin uno de los escasos intentos de integración pacífica de los indios realizados en el territorio argentino.

Dijo el historiador Ángel Verger

"Es que la vida de don Francisco Hermógenes Ramos Mexia es en muchos aspectos apasionante.
Su figura no ha trascendido como la de otros personajes de la historia argentina, tal vez porque su accionar no fue conocido mucho más allá de los límites de la estancia Los Tapiales, ni tampoco ha sido un hombre que acumulase mucho poder. Pero sin duda que su conducta y el respeto con que trató a los indios, dejaron una enseñanza que no es fácil encontrar en el legado de muchos próceres".

El historiador Adolfo Saldías, en su Historia de la Confederación,
plantea que Francisco fue el único estanciero de entonces en comprarle tierras a los indios, permitiéndosele a estos permanecer con sus tolderías en dicho territorio.


LA CHACRA DE LOS TAPIALES

La Chacra de los Tapiales, es una casona del siglo XVII, se conserva en muy buen estado sobre una colina, oculta en el Mercado Central, rodeada de árboles de más de cien años. Esta casona, propiedad de la familia Ramos Mejía desde 1808 hasta 1967, fue testigo de una parte de la historia argentina.

Las paredes son de adobe y ladrillo y las vigas están hechas de troncos de palmeras cortados a mano. A simple vista se ven las irregularidades de los hachazos.Las puertas de una de las entradas a la casona, miden un poco más de 1,80 metro para evitar que los indios que visitaban a los Ramos Mejía entraran a caballo.
En el patio central hay un aljibe de mármol de Carrara y detalles de lujo, como tejas de Marsella, chimenea de mármol de Carrara en el salón principal, piso de roble de Eslavonia y suelo calcáreo traído de España

Declarada Monumento Histórico Nacional el 21 de mayo de 1942.
En sus salas acamparon las tropas de Lavalle después de la batalla de "Puente de Márquez".
Y hasta fueron el escenario de algunos fragmentos de la película "Camila" de María Luisa Bemberg.

En 1987 llega a la Argentina el Papa Juan Pablo II, en esta visita se acerca al Mercado Central -una de las habitaciones de la torre fue preparada como lugar de descanso para su estadía- realizando en él una misa de campaña.

La casona, a la que se accede por la autopista Riccheri, se ubica detrás de las oficinas administrativas del Mercado y es imposible verla porque está en una zona más alta y hace falta subir una pendiente.

Abierto al público gratis para visitar exteriormente los 7 días de la semana en cualquier horario. Para saber horario de las visitas guiadas al interior de la Casona
llamar al Mercado Central al Tel. 11-4480-5658

Datos tomados de "Hombres y Hechos de la Historia Argentina"
y de Internet
Imágenes de Internet