domingo, 24 de agosto de 2008

Platino y brillantes!!!!!!!!!

Ay, chicos!!...¡Qué alegría tan grande!
¡¡Muchas Gracias!!

Argentina fue bronce en básquet a puro corazón



Le ganó a Lituania (87-75) y se quedó con el tercer lugar del podio. Sin Ginóbili, la Selección encontró sus vías de gol a través de Delfino (20 puntos), Scola (16) y Nocioni (14).

El equipo de Hernández, que defendía en Beijing el oro conseguido en Atenas 2004, consiguió la sexta medalla para la delegación nacional (2 oros y otros 3 bronces).
El equipo de todos se subió nuevamente al podio. El seleccionado argentino de básquetbol utilizó sus mejores armas (el juego colectivo, la defensa férrea, la pasión) para doblegar a Lituania (87-75) y quedarse con la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing.

Lo hizo sin el lesionado Manu Ginóbili, lo hizo con un Nocioni diezmado en lo físico, lo hizo tras el esfuerzo descomunal en la derrota ante el Dream Team... Una vez más, lo hizo.


Arrancaron a puro gol, y el equipo argentino se sintió más cómodo en ese contexto. Delfino, titular en lugar de Ginóbili, se mostraba muy activo en ataque (5 puntos) y lograba combinarse con Oberto (4) y Scola (4) en la zona pintada. A Lituania le costó acomodarse a un juego sin un base natural –Jasikevicius había salido tras sufrir un corte en una de sus cejas– aunque encontró soluciones con la buena mano de Siskauskas y la prolijidad de Kaukenas.

Una interesante racha de Nocioni sumada al aporte de Scola en la llave les permitieron a los dirigidos por Hernández cerrar el primer cuarto con ventaja de tres puntos: 24-21.



Nocioni y Scola a puro festejo. Más que merecido
Lituania resurgió y llegó a pasar al frente (27-26) aprovechando las segundas
oportunidades que le daban los rebotes ofensivos de los grandotes Petravicius y
Javtokas. Sin embargo, la respuesta argentina llegó desde el banco, con los más que interesantes ingresos de Leonardo Gutiérrez y Paolo Quinteros. Fueron seis triples consecutivos los que anotó el conjunto albiceleste (dos del ala pivote, tres del escolta y uno de Nocioni) para tomar una ventaja máxima de 13 tantos (44-31).

PURO CORAZON. Nocioni, quien volvió a conmover por su esfuerzo, se abraza con Quinteros. (AP)
Se arrimaron los europeos en el epílogo del cuarto, pero una corrida de Delfino le puso el broche a una gran primera mitad para los nuestros: 46-34.
Trató de volver a las fuentes Lituania, y buscó a Javtokas en la pintura. Claro que Argentina ajustó las tuercas en defensa y en el otro costado de la cancha disfrutó de los aciertos de Scola para sacar 18 puntos de diferencia (57-39). Mientras, algunos jugadores lituanos (Jasikevicius, Kleiza) empezaban a perder la paciencia.

Hubo un atisbo de reacción de los europeos (59-44), pero el equipo argentino apareció en toda su dimensión y, empujado desde el corazón de Nocioni, llevó a su rival a cometer tres pérdidas seguidas que fueron debidamente capitalizadas en el aro de enfrente para tomar una sólida ventaja de 24 puntos.

Lituania se jugó la última ficha de la noche: salió a presionar en toda la cancha y pudo desequilibrar, con Kaukenas (8 puntos en el comienzo del cuarto final) como abanderado. El margen se redujo considerablemente (75-64), mientras Argentina sufría ante la salida de Scola por acumulación de faltas y trataba de jugar al límite de los 24 segundos en cada posesión de ataque.

La daga final la clavó Leo Gutiérrez con un triple a 3:39 del cierre, aunque quedó tiempo para la última muestra de carácter de este fantástico equipo: en una misma jugada, Nocioni, Delfino y Prigioni se tiraron de cabeza y recuperaron la pelota.



El capitán, Luis Scola, y su festejo con Leo Gutiérrez. (EFE)
Para cumplir con la estadística hay que decir que Delfino fue el goleador (20 puntos) y máximo rebotero (10) del partido, y que también hubo aportes decisivos de Scola (16 tantos), Nocioni (14), Quinteros (11) y Leo Gutiérrez (11).

RECONOCIMIENTO. Hernández saluda a Nocioni, quien jugó los últimos dos partidos muy dolorido. (AP)
Sin embargo, por sobre todas las cosas, salió a relucir, una vez más, el corazón de esta Generación Dorada. Se trata de un grupo inigualable de jugadores que puso a lo colectivo por encima de lo individual y llevó a nuestro país a ser potencia en básquetbol, algo impensado hace unos años.

Nuevamente fue emocionante verlos jugar, observar cómo dejaban todo en cada pelota, escuchar a Ginóbili alentando desde el banco sabiendo que la medalla que se consiguió vale una enormidad, no importa el material del que esté hecha.

De esta manera la delegación argentina cerró su participación en los Juegos con
6 medallas, dos de oro y cuatro de bronce.

http://www.clarin.com/diario/2008/08/24/um/m-01745127.htm

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡GRACIAS!!!!!!!!!!!!!!

1 comentario:

Abril Lech dijo...

¡Coincido! Y cómo sufrimos. Por esta y por la del post anterior. Tal vez no llevamos muchos atletas pero en comparación creoq ue tuvimos muchas satisfacciones. Especialmente en un pais donde no se sostiene ni fomenta el deporte independiente.