martes, 8 de junio de 2010

La Tarja de Potosí


Exhibida en el Museo Histórico Nacional. Se trata de una joya de oro y plata que le fuera obsequiada al general Manuel Belgrano en 1813. De gran porte, mide 1,70 mts. de ancho por 1,03 mts. de alto y con un costo estimativo de 7.000 pesos fuertes.

Así la describió Antonio Dellepiane, sociólogo y hombre de letras argentino(1864-1940) en su libro "Estudio de historia y arte argentino":

-Entre los valiosos objetos exhibidos en el Museo Histórico Nacional, uno de los que el público examina con más curiosidad es la "tarja".
El objeto en sí, una compleja obra de platería, al parecer abstrusa e incoherente; una reunión de piezas desemejantes, formadas por follajes, frutas, flores, animales y figuras humanas, que se yuxtaponen o sobreponen las unas a las otras, para constituir un todo, proporcionado y esbelto en sus líneas generales, sin duda alguna, pero fantasioso y desconcertante en su composición.

Sábese que es un obsequio hecho a Belgrano por las damas de Potosí, después de vencer en Tucumán y en Salta. Aunque no estuviera constituido por una masa ingente de metales nobles y de la mejor ley, y repujado y cincelado por artífices orfebreros, la tarja sería para nosotros objeto de subido valor documental.

En la parte central campea como idea-madre, una hermosa placa de oro en forma de escudo oval, circuída por una hoja de palma y otra de laurel, símbolos de homenaje a los héroes. Esta lámina cubre y protege, en apariencia, el espacio encerrado por una gran cinta, que trae a nuestro recuerdo el contorno inconfundible de la América del Sur, con el istmo de Panamá en el ángulo noroeste, y el grupo de las Malvinas al este, en la parte austral dirigida hacia el sudeste. Dos bajeles de oro hay a derecha e izquierda de la supuesta tierra americana, que surcan el espacio correspondiente a los océanos Atlántico y Pacífico, y un letrero que dice: "La América del Sur", escrito en la cartela llevada en el pico por un ave de oro que, saliendo de la parte superior de la tarja, asciende volando a las alturas.




A este cuerpo central se superponen dos nuevos miembros, situados, el uno, arriba del descripto y, el otro rodeándole a uno y otro lado y por debajo. El miembro superior consta de dos piezas cuneiformes. El cono de la derecha representa el famoso cerro de Potosí, que se muestra perforado en numerosos puntos por pozos de minas, cuyas bocas circulares se perciben facilmente, y surcado por caminos que a ella conducen y por donde se ven subir o bajar llamas cargadas, emblema de actividad comercial y de riqueza minera.

En el flanco del cerro, a la izquierda, descansa por uno de sus extremos la segunda pieza del miembro que consideramos. Es la villa de Potosí, figurada por medio de castillos y edificios, donde ondean banderas y se levantan árboles diversos. Sobre esta pieza se yergue una figura humana, con traje talar, que representa a la sociedad o a las damas de Potosí, que rinden el homenaje. Esta figura sostiene una cadenita de oro, que une este miembro superior con el lateral e inferior, simbolizando la unión política y espiritual, entonces existente, entre la ciudad arribeña y las provincias "de abajo", bañadas por el Plata, donde se arrulló la infancia del héroe glorificado en el monumento.

El tercer cuerpo, periférico al anterior, está compuesto de un miembro superior y otro inferior. El superior consiste en dos palmas que se unen hacia arriba por sus dos extremidades. Cada una de estas palmas va acompañada de dos, a manera de cintas, formadas por pequeños discos colocados en hilera, uno al lado del otro. Sobre ambas cintas se alzan varias figuras masculinas sosteniendo sendas cartelas que dicen: Viva la patria. La primera palabra se halla abreviada. Las dos anchas cintas de plata acanalada que bajan de derecha e izquierda, formando escalones o meandros en su curso para unirse por debajo en una figura elipsoidal, representan las dos grandes vertientes que, descendiendo de las entrañas del continente americano, confluyen para formar el Río de la Plata. En el escudo oval de oro, situado inmediatamente debajo del elipsoide figurativo del Río de la Plata, hay una inscripción que dice:

"Hoy la América del Sur
te ofrece con toda el alma
en esta guirnalda y palma
los tributos de su amor"

El cuerpo inferior de este tercer miembro consiste en una guirnalda que se desarrolla en curvas graciosas, y que cuelga a uno y otro lado, por sus extremos, de la faja en forma de V ya considerada.
Estos cuerpos céntricos que se acaban de describir, explican el monumento de sus ideas cardinales.
La aparente complicación y enmarañamiento de la obra, desaparecen una vez que se la conoce y se la entiende.
La tarja fué un obsequio verdaderamente regio, digno a la verdad de un emperador, y por lo tanto de Belgrano, que lo era, sin duda, en el mundo moral.

Antonio Dellepiane

Fragmento de su trabajo La Tarja de Potosí, leído por su autor el 24 de mayo de 1917, para inaugurar las conferencias públicas instituídas por el Museo Histórico Nacional, y publicado en su libro "Estudio de historia y arte argentino".


La Joya, que le fuera obsequiada el 4 de julio de 1813, fue enviada por el general Manuel Belgrano en diciembre de 1813 al Gobierno de Buenos Aires, y fue exhibida al pueblo desde los balcones del Cabildo por cierto tiempo.

Los orfebres de la Villa de Potosí,(entonces Alto Perú, actualmente República de Bolivia), realizaron esta joya de arte de la platería virreinal a pedido de las damas de Potosí. Expertos y reconocidos maestros medallistas y cinceladores de joyas, que lograron plasmar admirablemente las hazañas del general Belgrano en la gesta de la independencia americana.